Escrito por Roger Stolle para Blues Revue – nº 109 Dic/Ene 2008 www.bluesrevue.com
Traducción: Eugenio Moirón con autorización de Blues Revue
La temporada de los festivales ha terminado en el Delta del Mississippi, y la música ha regresado allí de donde salió – de vuelta a los cálidos y acogedores clubs y a los juke joints donde los músicos de blues se guarecen hasta la primavera. Es en este entorno donde la antorcha del blues se traspasa de los viejos a los jóvenes, y donde el autor de este texto aprendió su oficio.
Con 44 años, Bill Abel ha compartido escenarios y estudios de grabación con iconos del blues como Paul «Wine» Jones, David «Honeyboy» Edwards, Henry Townsend, Big George Brock, Cadillac John Nolden, Odell Harris, T-Model Ford y Sam Carr. Su música le ha llevado hasta Bélgica, Italia, Suiza y el Reino Unido. Para esta entrevista, estaba ya de vuelta en su Delta de origen.
TOCANDO BLUES EN EL DELTA
«Mi nombre completo es Billie Joe Abel Jr. Nací en 1963 en el hospital de Greenville, Mississippi, pero me crié en Belzoni»
«De adolescente, en Belzoni, era más joven que los de la generación hippie. Había mucha gente que escuchaba la música de los años 60 y también había algunos hippies en Belzoni. Así que siendo un muchacho, unos y otros me iban poniendo al día de la música rock de los 60 y además también escuchábamos blues en las radios públicas desde las cinco de la tarde hasta las diez de la noche. El Dr. Bill Ferris hacía un programa de blues en esa época y podías escuchar todo.»
«El primer festival de blues que vi en directo fue seguramente el de Greenville en 1981. Me acuerdo que ví a Johnny Shines, Willie Dixon, Koko Taylor, Eugene Powell, Sam Chatmon y Son Thomas. Yo me encontraba tocando en la zona de estacionamiento con un amigo momentos antes de que el festival comenzara a mediodía. Estábamos con un colega negro que tocaba la armónica. No se como se llamaba. Un tipo se acercó con un micrófono en un palo. Los periodistas llegaron y todo acabó con un artículo en la revista Life – y una foto con nosotros tocando con el armonicista.»
«En 1985 estaba tocando la guitarra acústica en pleno centro de Belzoni, en frente del Fish House, y la tienda de licores estaba justo al otro lado de la calle. Yo tocaba y allí estaba ese borrachín a quien solía ver continuamente, pero no sabía quien era. El borrachín cruzó la calle, se dirigió hacia mi y me dijo: «Déjame la guitarra y tocaré algo.» La tocó y yo estaba alucinando, «Wow, eres un auténtico bluesman del Delta. ¿Cómo te llamas?». Era Paul «Wine» Jones.»
«La siguiente ocasión en que lo ví, yo iba cargando con dos guitarras, y después de ese encuentro tocábamos juntos a veces. Más adelante, otro amigo mío llamado Bobby Cobb, me telefoneó. Yo vivía en Jackson, Mississippi y él había tocado con Paul. Me dijo:¿Recuerdas aquel tipo con el que tocabas? Se ha hecho famoso. Eso sucedió en 1995 y quien lo fichó fue Robert Palmer [escritor y productor musical] para el sello Fat Possum. Mi amigo estaba completamente entusiasmado. De ese modo yo comencé a tocar el bajo con Paul y Bobby cambiaba del bajo a la guitarra. Tocábamos en juke joints, principalmente cerca de Belzoni, y a veces en el patio de Paul y en la tienda de comestibles West Side en la autopista 49. A través de Paul, conocí a bluesmen como Tommy Hollins, W.H. Lowe y Scotty Smith. Así que cuando regresé al Delta en enero del año 2000 – a Cleveland (Mississippi) – para volver a la facultad y estudiar Arte, monté una banda con Tommy Hollins y W. H. Lowe».
TOCANDO EN LOS JUKE JOINTS
Actuábamos en juke joints por los alrededores del condado de Humphreys. Paul también estaba con nosotros. Cualquiera que tocara se unía a nuestra pequeña caravana hacia los juke joints, ¿sabes? Lo que intentábamos era mantener a distancia a los borrachos que querían tocar. Actuábamos con mucha frecuencia en un sitio llamado Shocka’s Lounge en Isola. Desde entonces no he experimentado nada parecido a lo que hacíamos en ese sitio, era una granja de trabajo por el día y por la noche había fiesta. Era algo más disoluto que los otros juke joints donde tocaba – más bailoteo y griterío y esa clase de cosas. Creo que era más parecido a lo que eran los juke joints de los viejos tiempos. Paul interpretaba las canciones que había grabado además de temas de B.B. King con su estilo propio y material como «Grits Aint’t Groceries» y cosas así.
«¿Peleas y cosas horribles? Vivimos un montón. Una de ellas sucedió el día que fuimos a tocar a un lugar llamado White Eagle en Yazoo City. Tommy y W.H. viajaban conmigo. El batería Wade Loper y yo éramos los dos únicos blancos. Y el garito era el juke joint de la hermana de Paul; Paul lo había arreglado. Nos bajamos y Tommy dice: «No sabía que veníamos aquí. Yo ahí no toco». Y yo pensaba, «Si tú no entras ten por seguro que yo tampoco.» El garito estaba acordonado con cinta de la policía, y había tipos de esos que se paseaban como perros guardianes. «La hermana de Paul había vendido entradas y dijo: «No quiero chusma. Tenemos blues esta noche.» Era un juke joint total con drogas fuera, crímenes y rollos de esos. Ella nos dijo que había acordonado todo para protegernos.
«Entramos y allí había un tío enorme que no se despegaba de mí en toda la noche. Cada vez que iba a los lavabos me seguía hasta dentro y a mi me empezaba a preocupar. Entonces lo comprendí: era mi guardaespaldas. Le dije: «¿eres mi gurdaespaldas, verdad?» me contestó: «Sí, no tienes que preocuparte de nada. Nadie te va a poner un dedo encima. Tendrían que pasar por encima de mí.»
En otra ocasión estaba tocando con los ojos cerrados en el Johnson’s Grocery con David Lee Durham, en Shaw, Mississippi y escucho una voz que dice: «Policía. Manos arriba.» Abrí los ojos y allí estaba un policía apuntándonos a todos con un arma. Ese mismo día por la mañana temprano, el jefe de policía y el propietario del juke joint habían tenido una disputa. El policía se enfureció contra el dueño y fue a detenerle porque se apostaba en la parte trasera del garito, cosa que llevaba haciéndose durante 20 o 30 años. Yo he visto a gente amenazar con una pistola pero nunca he visto a nadie herido de bala o apuñalado. Em general la gente es maja. La gente más mayor va a disfrutar del blues y los más jóvenes suelen irse cuando empezamos a tocar. De esta forma no hay problemas.»
LA VIEJA ESCUELA
Yo me sentaba a mirar a Paul «Wine» Jones. Si le pedía que me enseñara o tocara algo, lo hacía. Me quedaba mirando pero no podía obligarle a que tocara nota a nota a una velocidad más lenta. Le decía que volviera a tocar, una y otra vez, e intentaba descifrar cómo lo hacía. [Actualmente] toco «Rob and Steal» y «Diggin’ Mama’s Taters» y, en ocasiones, «Don’t you laugh at me» pero las toco de modo diferente. Paul tenía una forma de saltarse la nota del bajo que era muy complicada de hacer. Yo, sin embargo, mantengo la nota baja. Era cortante, como su lenguaje. De alguna manera su interpretación estaba conectada con su lenguaje, de un modo único y original. Paul aprendió de su padre, Casey, y tenía un hermano que también se llamaba Casey1 que era igualmente músico. La gente decía que su padre era mejor que Paul, aunque no me imagino a nadie haciéndolo mejor. Paul acostumbraba a ir a ver a Son Thomas, Smokey Wilson y Eddie Cusic en el Holly Ridge Store. Se reunían allí y Paul les veía tocar cuando era un adolescente.»
«Cuando regresé al Delta en el año 2000, conocí al guitarrista Monroe Jones. Su historia es que se crió en el Delta y se fue a Chicago cuando tenía unos 16 o 17 años. Estaba disponible como segundo guitarra y Elmore James le llamó. Sonny Boy Williamson II también le cogió. Tocó en la banda de Earl Hooker, cuando en esa época Junior Wells estaba de armonicista con Hooker. Durante un año y medio Monroe estuvo tocando con ese grupo. Tocaba con todos – Freddie King, Otis Rush. Regresó al sur en 1971 y empezó a tocar con Little Milton y enseguida llegó a ser reconocido como el mejor guitarrista del Delta. Su estilo se desenvuelve entre Chicago y el blues moderno. Cuando realmente se pone en tensión, toca cosas que nunca has oído tocar. No copia a nadie y tiene un estilo completamente original. Es un gran compositor y grabó con John Littlejohn en los años 60, en un disco de 1968 [Chicago Blues Allstars / Slidin’ Home]. Actualmente no tiene banda y no actúa con regularidad ya que no hay suficiente trabajo por la zona. Tuvo problemas [hace un par de años] pero no explicó lo que le sucedió. Se dice que tuvo un ataque cerebral. Yo más que nada creo que dejó de tocar. Si consigues que regrese, verás algo grande. Tiene 68 años.»
«Cuando conocí a Monroe, me dijo: «Tienes que tocar con Cadillac John Nolden. Tu estilo encajaría perfectamente con su forma de tocar la armónica.» Entonces fui a casa de John, lo recogí y fuimos a mi casa. Nos pusimos a tocar y apreté el botón de grabación. La mitad del disco que grabé con John [Crazy About You del año 2000] es de esta primera vez que tocamos. Ha estado viniendo a mi casa durante 10 años. No hay nadie que quisiera tocar a su manera, porque él toca a su modo y no al de nadie más. Su manera es una simple armónica, pero el ritmo que le da, está asociado con el tiempo y el sentimiento en la música. Se pondrá a tocar y lo que suceda dependerá de cómo se sienta en ese momento.»
«Pienso en [mis] canciones lentas. He adquirido algo de John – el tiempo. No hay medida. Podríamos decir que es un poliritmo. Bueno, es cualquier clase de ritmo. Puedes volver en cualquier momento. No es una cosa rígida. Si te relajas con ello y lo arrojas fuera de tí – como arrojar un sedal – puedes enrollarte siempre que quieras. Eso es sentir el blues. El principal ingrediente para todo esto es ser capaz de sentir y transmitirlo. Es lo que aprendí de John»
EL FUTURO DEL BLUES DEL DELTA
«Creo que el aspecto cultural al que está vinculado el country blues tradicional en el Delta, ya no existirá en 15 años. El lenguaje ha cambiado, y hay algo en aquellas primitivas canciones que está asociado al Delta y al entorno que le rodea. Por eso, las cosas que están conectadas con el entorno en el Delta ya no existirán. No habrá nadie que, culturalmente, forme un único conjunto con el entorno y la música. En ese sentido va a desaparecer. Esto molestará a la gente, pero mi opinión siempre ha sido que tú puedes coger a la mejor banda de blues del mundo, hacerles tocar una canción, o mejor, que uno de los músicos hable – ni siquiera que cante – y tendrás más blues, porque el blues habla sobre la verdad. Si dicen la verdad y la representan, si son ellos mismos y de donde proceden, esa es la verdad. Y entonces la música no morirá, aunque sí habrá algo que desaparecerá.»
«Es como Paul Jones: cuando te hablaba, sabías que había tenido algún tipo de conexión con su música, más allá de las letras y las notas. Había algo puro y auténtico que salía de él, como si diera a luz. ¿Cómo vas a fingir eso? No es posible»
ACONTECIMIENTOS EN EL DELTA ACTUAL
Para Nochevieja, el club de blues Ground Zero ha organizado una fiesta anual del Delta que no te querrás perder. Este año la fiesta será doble, con festejos programados en el sitio habitual, Clarksdale, y en su nuevo emplazamiento, Memphis.
¡Nos vemos todos en el Delta!
Notas del traductor
1 Casey Jones: batería, entre otros, de Albert Collins.
Nota Roger Stolle autor de la entrevista, es propietario de Cat Head. Anteriormente residía en Saint Louis hasta que se fue a vivir a Clarksdale (Mississippi) donde fundó este sello con su mujer Jennifer. Responsable de la contratación en el club más famoso de Clarksdale, Ground Zero Blues Club, y uno de cuyos propietarios es el actor Morgan Freeman. www.cathead.biz
Nota Otro personaje importante para conocer lo que se cuece por el Delta, es Jeff Konkel, propietario del sello Broke & Hungry Records, en Saint Louis, y que hace la «competencia» a Fat Possum buscando nuevos artistas en el Delta. www.brokeandhungryrecords.com. Músicos grabados: Jimmy «Duck» Holmes (de Bentonia y continuador del estilo de Skip James y Jack Owens), Odell Harris y Terry «Big T» Williams con Wesley «Junebug» Jefferson.
Nota Fat Possum. www.fatpossum.com