En este disco se recoge la esencia del Piedmont Blues y en especial el de la zona de la “Carolinas”. Inevitablemente hay que hacer una pequeña reseña a este estilo tan particular y semidesconocido.

El Piedmont se enmarca geográficamente en la zona sudeste de Estados Unidos (Georgia, las «Carolinas», Virginia, Florida, Maryland y Delaware) y posee unas características y cualidades especiales: una técnica guitarrística particular que se basa predominantemente en el fingerpicking, una ausencia casi total de instrumentos (a excepción de la propia guitarra, la armónica, el washboard y la voz) y una sincopación especial siguiendo las antiguas tradiciones de string-bands y el ragtime.Baby Tate captura todo el sabor del Piedmont Blues en este trabajo grabado en 1961 en Spartanburg, South Carolina.
Charles Henry Tate nació en Elberton, GA en 1916. Aprendió por si sólo a tocar la guitarra pero su gran maestro fue Blind Boy Fuller que le enseñó los fundamentos del blues. Baby tocó durante mucho tiempo como hobby, en fiestas locales, celebraciones y “medicine shows”. Sirvió en la armada a finales de los años 30 y principios de los 40. En 1942 retornó a Greenville, SC en donde realizó diversos trabajos hasta que fue contratado como músico otra vez en 1946 asentándose en el circuito de clubs locales. A principios de los 50 se trasladó a Spartanburg donde actuó en solitario y a dúo con Pink Anderson. En 1961 grabó este álbum y posteriormente murió en 1972 de un ataque al corazón.
Editado por el sello Bluesville (Fantasy) el disco consta de 12 temas basados en la música tradicional de South Carolina. Tate hace alarde de una técnica envidiable con la guitarra y su voz se mantiene templada y en perfecta sintonía con el instrumento. Las comparaciones son inevitables y desde el primer instante de audición surgen nombres como Pink Anderson o el propio Blind Boy Fuller…Es interesante comparar algunos temas interpretados por éstos con las versiones aquí incluidas de Tate y apreciar las diferencias y similitudes. Baby utiliza diversos tonos musicales aunque predomina el de La y Re. La afinación “sebastopol” se deja oír también en algún tema.

El álbum es una auténtica delicia para el oyente y aún más para el seguidor del blues de la costa Este. La recomendación del álbum se hace extensible cualquier trabajo de los mencionados Pink Anderson, Blind Boy Fuller, Buddy Moss o incluso Brownie McGhee.
No hay que dejar escapar la oportunidad de deleitarse con esta buena dosis de Piedmont blues con personalidad genuina e intensidad renovada.
Gustavo.