Cuando se quiere hablar de ciertos músicos de preguerra los estudiosos del blues se encuentran la gran mayoría de las veces con una falta de información muy importante. Está el caso de Charley Patton sobre quien Stephen Calt y Gayle Wardlow escribieron “King of the Delta Blues: The Life and Music of Charlie Patton” dando información sobre la época y colegas contemporáneos del músico o de Robert Johnson, del que se ha escrito hasta lo que no es cierto para seguir engordando la leyenda. Para el aficionado al blues al menos estos nombres le suenan e incluso ha escuchado su música, al igual que si mencionamos a Son House o Blind Boy Fuller. Pero si mentamos, por ejemplo, a Kokomo Arnold o Josh White igual nos topamos con la sorpresa de un mayor desconocimiento del esperado. Así que no digo nada si nos aventuramos a citar de pasada a Casey Bill Weldon, conocido como “The Hawaiian Guitar Wizard” “El mago de la guitarra hawaiana”, de la “steel guitar”, máxime si para los estudiosos de los que hablaba al principio Weldon permanece como uno de los grandes misterios del blues.
No fue el único que utilizó esta técnica pues ahí estuvieron Black Ace y Oscar “Buddy” Woods para colocarse la guitarra sobre las rodillas y deslizar sobre las cuerdas un tubo de cristal o un frasco de medicinas, sin embargo y al contrario que los anteriores, Casey Bill Weldon fue un guitarrista de estilo hawaiano puro y además muy versátil pues no sólo interpretaba blues sino también baladas, piezas de variedades o cuartetos vocales y su técnica, a decir de avezados guitarristas y musicólogos, era sorprendente. Todos ellos están de acuerdo en confirmar que a mediados de los años 30 del siglo pasado, este músico se sentaba en una silla con una guitarra de cuerpo metálico (probablemente una National Tricone) colocada sobre sus rodillas a lo largo, para así alcanzar sin problemas las notas más altas del mástil. En su mano derecha sostendría un tubo de metal o cristal (sobre esto no hay unanimidad) para deslizarlo sobre las cuerdas que tendría muy tensadas gracias a una cejilla bastante sobreelevada. Su obra es extensa considerando que entre el 25 de marzo de 1935 y el 16 de diciembre de 1938 grabó 75 piezas a su nombre así como alrededor de medio centenar de títulos como acompañante de otros músicos que se habían hecho ya un nombre en Chicago o en Saint Louis, como Big Bill Broonzy, Jazz Gillum, Peetie Wheatstraw o Walter Davis y con otros grupos como la Washboard Rhythm Kings, los Hokum Boys o The Brown Bombers of Swing y eso sin contar determinadas grabaciones con la Memphis Jug Band en 1927 y 1928 de las que se tienen ciertas dudas.
La oscuridad más absoluta se presenta al adentrarse en la crónica de su vida sobre todo cuando la única fuente disponible es Big Bill Broonzy [Big Bill Blues – William’ Broonzy’s Story as told to Yannick Bruynoghe] ya que la gran mayoría de los músicos de blues de aquellos años son poco fiables y la rigurosidad en Broonzy no era su fuerte. Nos dice que Casey Bill Weldon nació en Pinebluff, Arkansas, el 10 de julio de 1909 y en su obra musical no hay referencias a este territorio, zona cercana a Memphis en donde se instala y recorre en los años 20 el sur como acompañante de los medicine shows, acaba siendo reclutado por Will Shade para la Memphis Jug Band y graba con ellos para el sello Victor más de 20 canciones entre el 24 de febrero de 1927 y el 13 de febrero de 1928, convirtiéndose en el primer marido de Lizzie Douglas “Memphis Minnie” a pesar de la diferencia de edad, pues ella era en teoría nueve años mayor. Las primeras incertidumbres surgen al intentar asimilar a Will Weldon, guitarrista rítmico de la Memphis Jug Band con el virtuoso intérprete de la steel guitar de los años 30, Casey Bill Weldon. ¿Fue el mismo personaje? ¿En verdad estuvo casado con Memphis Minnie?. Esta aseveración se convierte en un enigma porque Minnie nunca lo mencionó (se casó en 1929 con Kansas Joe McCoy) y al igual que la blueswoman grabó con otros de sus posteriores maridos no hay prueba documentales de que lo hiciera con Weldon. Frente a la afirmación de Broonzy, el apodo Casey proviene de la pronunciación de K. C. que es como se conoce a Kansas City. Si había nacido en Arkansas y se había trasladado a Memphis, ¿por qué ese apelativo? Como apunta Gérard Herzhaft, la geografía no era el punto fuerte de los afroamericanos y como ejemplo está la letra de Sweet Home Chicago de Robert Johnson (la referencia a California pudiera ser una metáfora empleada para designar a Chicago como el paraíso de las riquezas, de las cosas buenas) “Ooh, baby don’t you want to go?”, “Back to the land of California, to my sweet home Chicago”

Por último, únicamente se le conocen dos fotografías de las que encima se discute tu autenticidad. Una de ellas es con Tampa Red y la otra de 1941 publicada en el diario “Chicago Defender”, en la que se ve un músico sujetando una guitarra con cuerpo de madera, lo que no encaja con el estilo que empleaba. La técnica de la guitarra está claro que la debió aprender en los espectáculos itinerantes entre cuyos participantes siempre se encontraban músicos hawaianos. Aún así, el debut de Casey Bill Weldon se produjo en Chicago para Vocalion con Peetie Wheatstraw al piano, uno de los músicos de Mississippi intérprete de guitarra y piano, como Henry Townsend, que se establecieron en Saint Louis. Weldon fue un músico que grabó acompañado de lo más selecto de la época, Big Bill Broonzy, Tampa Red, Charlie McCoy, Black Bob, Joshua Altheimer y un largo etcétera y, aunque en sus grabaciones de blues destila una gran calidad, escuchénse “Somebody Changed The Lock On My Door”, “I’m A Stranger In Your Town”, “W.P.A. Blues”, lo más exquisito y exuberante de su obra son sus piezas swing “You Shouldn’t Do That”, “Guitar Swing”, “Oh Red” o “Street Walkin’ Blues”. Debió de ser un músico de éxito y sus discos debieron venderse bien para haber entrado en el estudio con bastante regularidad y verse acompañado de aquellas figuras, sin embargo, tras su última sesión en diciembre de 1938, se le perdió la pista y no volvió a saberse de más discografía a su nombre. Algunos rumores sin confirmar, y que alientan el misterio, le situaron en la Costa Oeste en donde habría trabajado haciendo música para películas en Hollywood. Tal vez esta conjetura estuviera relacionada con la presencia en Hollywood de Black Ace, otro guitarrista de estilo hawaiano, quien interpretó algunos papeles en películas en la misma época. Ted Bogan, un músico de Carolina del Sur que estuvo con The Tennessee Chocolate Drops, aseguró haberse encontrado con él en 1968 y que le dijo que estaba viviendo en Detroit.
Su obra completa se encuentra disponible en los tres volúmenes publicados por Document “The Complete Recorded Works In Chronological Order”. Además de The Essential, una antología de dos discos también de Document, otra magnífica recopilación de lo mejor de su obra está recogida en “The Hawaiian Guitar Wizard, 1935-1938” (EPM). Esta breve reseña podría ser una buena excusa para adentrarse en el conocimiento / reconocimiento de alguno de estos grandes abandonados, de esos excelentes músicos de preguerra que han transmitido y dejado un importante legado que deberíamos escuchar con atención para no dejarlos caer en el olvido. Uno de esos ejemplos es Casey Bill Weldon.

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