Desde que, en 2002, apareciese en el mercado el primer disco de Lluís Coloma ya ha llovido lo suyo. Lo que fue un principio más que prometedor se ha convertido en una carrera sin parangón en el panorama del boogie y el blues nacional, han aparecido otros cinco discos más y Lluís se codea habitualmente con los mejores representantes del género. Su último disco se grabó en Chicago y está producido por Barrelhouse Chuck, el próximo será un directo grabado a dúo con Bob Seeley. ¿Alguien da más?
Por si eso fuese poco, Lluís es un gran difusor del género que no sólo ha actuado en los principales festivales europeos sino que lo ha hecho en aquellos que se celebran en la patria del blues y en lugares tan lejanos como Malasia. Ha recibido un buen número de premios y goza del prestigio suficiente como para estar considerado como uno de los más interesantes pianistas de boogie a nivel europeo. En Barcelona organiza eventos anuales en los que participan figuras de prestigio internacional y participa activamente en la organización de muchos de muchas de las mejores actividades que el blues tiene en Cataluña. Lo demás se cuenta en la entrevista. Se realizó el 23 de agosto, aprovechando los conciertos en los que Lluís actuaba con Bob Seeley, toda una leyenda del boogie en el Café Central de Madrid. Lo que falta, lo más importante; sólo vais a poder encontrarlo en sus discos o -mejor todavía- asistiendo a alguno de sus directos. (Ramón del Solo)
La entrevista fue realizada por Ramón del Solo y Eugenio Moirón la mañana del 23 de agosto en el café Central. Queda pendiente de publicar para más adelante la de Bob Seeley
1.- Tu último disco “Rockin’ my Blues en Chicago”, grabado en la ciudad del viento, son en gran parte versiones de temas que se cantan.
Todos los temas incluidos en el disco los escogió Barrelhouse Chuck, el productor del disco, son algunos de los temas más emblemáticos de la historia del piano de blues de Chicago. Hay bastantes temas que son instrumentales, por ejemplo “Honky Tonk Train Blues” de Meade Lux Lewis. Por otro lado, la versión que hago de “Vicksburg Blues” proviene también de una versión de Little Brother Montgomery que no es la cantada. “Marie” es otro instrumental de Otis Spann. Me aprendí y trabajé los temas, estudiándolos y practicándolos, intentando que tuvieran el espíritu de cada pianista que lo tocaba. Fue un reto intentar conseguir que el espíritu de aquellos maestros estuviera allí. Cuando tocas esos estilos no puedes llegar a imitarlos, creo que sólo puedes acercarte mucho a cómo lo hacían ellos pero lo que eres tú, tu carácter, tiene que estar ahí presente. Y eso es lo que más me gusta del disco, que de una manera muy natural escuchas una versión de cualquiera de esos temas y ves que se acerca al sonido original, y a la vez puedes escucharme a mí, es mi versión de aquella pieza.
2.- A esos niveles, ¿con qué pianista te ha resultado más difícil llegar a conectar?
Little Brother Montgomery. Es difícil de tocar porque es un pianista muy personal, muy técnico, y es complicado cogerle el aire, además tiene una manera muy especial de tocar, no usa el pedal, tiene la tradición del jazz en su música y también toca “stride”, en definitiva toca otros estilos a parte del blues de Chicago con el que más comúnmente se le ha identificado, y tiene influencias de otras músicas. Es el pianista al sonido del cual me ha costado más acercarme. De golpe te ves en los años 20, en los años 30, en una época muy antigua, y eso es muy importante, es la base de lo que estamos hablando, yo toco mi onda pero viene de ahí. Lo que he hecho con este disco es hacer ese camino a la inversa, ir hacia atrás buscando el origen del blues. El blues de Chicago es un estilo muy concreto en el que el virtuosismo no está tan presente. Ahora con Bob Seeley pretendo hacer algo parecido pero con el boogie woogie.
3.- A ti siempre se te identifica más con el boogie woogie, aunque tengas un conocimiento muy grande y bastante virtuosismo a la hora de interpretar blues. Tus actuaciones siempre son más boogie woogie aunque siempre incluyas algún blues y en ese sentido no sabemos si para ti este disco era un reto
Yo quería hacerlo porque también es lo que me gusta, la base es esa, entonces sí que era un reto. Me hacía mucha ilusión trabajar con Chuck, porque él pertenece a esa tradición, él conoció a todos esos pianistas, es igual que Bob que conoció a los pianistas creadores del boogie woogie. Ese contacto directo con la persona, con la energía, hablar con ellos, estar con ellos, vivir con ellos, es lo que la música de Chuck i Bob tiene, y eso no tiene precio, eso es lo que yo quiero transmitir en cada uno de los temas. Por ese motivo quería grabarlo en Chicago, porque allí estás comiendo lo que comen ellos, convives con ellos, vives las mismas cosas que están viviendo ellos, y tú ves que para ellos es su cultura, no tienen que hacer ningún esfuerzo, pues así como para nosotros es una cultura que tenemos que adquirir y que de alguna manera tenemos que aprender algo que viene de fuera (el flamenco sería lo más tradicional nuestro), para ellos lo tradicional es eso, el blues, el jazz, toda esa música es su vida. Cuando hablo con Bob o con Chuck, ellos me explican historias y eso es su vida, no se trata de alguien que se ha escuchado un disco y ha intentado sacar algo, no, y eso es lo que yo intento de alguna manera absorber.
4.- Será por ese motivo que cuando Chuck te prologa el disco, dice que cómo un tío de Barcelona ha sido capaz de asimilar de tal manera el espíritu de estas canciones, lo describe como muy orgulloso de ello. Está claro que ha quedado más que satisfecho con el disco. ¿Fue muy exigente a la hora de grabarlo?
Era fácil trabajar con él porque es una persona muy abierta. En el fondo hablamos un lenguaje común que conocemos los dos, pero hay esos pequeños detalles que hacen que suenes de una manera diferente. En esos detalles se fijó mucho y por otro lado no era demasiado exigente puesto que me iba saliendo lo que me iba pidiendo, sin embargo sí era exigente en cosas mucho más importantes, el sonido, los tiempos de las canciones y su duración, los temas son muy cortos, los temas en blues son cortos, son historias que hay que contar desde el principio hasta el final y que tenga una lógica y que no te pases. Eso es importante.
5.- Cuéntanos cómo se realizó la elección del estudio
El estudio es uno de los que utiliza The Sirens Records para grabar sus discos. Donde también graba Erwin Helfer y donde Chuck también ha grabado alguna cosa. Steve Dolins es el director del sello The Sirens Records. Cuando Chuck me estaba buscando un estudio llamó a Steve y éste le recomendó el estudio donde grabamos que tiene un piano fabuloso. El estudio es muy sencillo, nada pijo digamos, pero mejor, porque para tocar estas canciones no necesitas el mejor estudio del mundo. Y el sonido del piano estaba hecho, tú vas a un sitio donde este hombre lleva no sé cuantos años grabando y ¿qué vas a decir?, te sientas allí, tocas y ya está. Todo fue genial, el sonido es tremendamente cálido, muy cercano, muy natural, como si estuvieras en tu casa tocando. Tú escuchas el disco y yo estoy allí, no hay ningún efecto de reverberación, todo es muy natural y los micrófonos son muy buenos; en el disco he puesto una foto para que se vean todos los micrófonos, por si hay algún técnico que le gusten estas cosas y lo pueda apreciar, son siete u ocho micrófonos. Estuvimos trabajando escuchando algunas grabaciones como, por ejemplo, de Jimmy Yancey, para encontrar ese tipo de sonido cercano, el sonido de cómo si estuvieras al lado del piano, sin ningún tipo de exageración. El piano es muy, muy dulce, en el sentido de que tiene ese toque americano; tú escuchas grabaciones europeas y es otro concepto de sonido, mucho más claro, muy definido, muy cristalino, en cambio allí es otro, aunque igualmente queda muy claro y muy definido tiene otra textura, los graves suenan con mucho cuerpo, los agudos son agudos pero no son estridentes, es un concepto de grabación que he notado que es diferente.
6.- Pregunta obligada, ¿qué proyectos tienes?
Grabar el disco con Bob este fin de semana, viernes, sábado y domingo. Bob llegó a España el domingo pasado (el 14 de agosto), estará en España quince días, hemos hecho seis conciertos y esta semana es el remate final y si no suena bien ahora nos podemos retirar. Haremos el disco a dos pianos siendo la mayoría de los temas standards de boogie woogie. “Boogie Woogie Dream” de Pete Johnson y Albert Ammons, “Honky Tonk Train Blues” de Meade Lux Lewis, “Yancey Special” de Jimmy Yancey en la versión de Meade Lux Lewis, también “Sixth Avenue Express”, algunos temas “stride”, temas en la onda que toca Bob porque está muy bien mezclado el “stride” con el boogie, le va genial, como el tema “Taboo”, alguna pieza poco conocida de Meade Lux Lewis como el “Lux’s Boogie”, pero el número 2, que hay diferentes temas con el mismo nombre. Esa es la idea, grabar con dos pianos que es como se popularizó el boogie woogie, ni contrabajo ni batería, sólo los dos pianos, siguiendo en parte la línea de mi disco “Boogie Portraits” que eran todo de duetos y en el que hay un tema con Bob. La idea es hacerlo así pero en directo, con la energía y la magia que desprende el Central, un local que me gusta mucho.
7.- Teníamos pensado preguntarte sobre una lista de pianistas y que nos contaras algo sobre ellos, qué tienen de distintivo para ti o qué te sugieren, pero antes de eso nos gustaría preguntarte sobre el disco que hiciste con Blas Picón. ¿Por qué surgió ese disco? ¿Era también otro reto grabar con un armonicista?
No, no era un reto, lo de Blas era un reflejo de algo que ha pasado, de una realidad. Yo llevo diez años tocando con Blas, ¿cómo no vamos a grabar un disco?. Me ocurrió con Louisiana Vamper que era la primera formación que tuve durante mucho tiempo y en la que tocaba con Joan Pau Cumellas, éramos armónica, voz y piano aunque casi todo era instrumental, tocamos juntos muchos años y queríamos haber grabado un disco y no pudo ser, no quería que me pasara lo mismo con Blas, Blas y yo llevamos muchos años tocando a dúo y entonces decidimos grabar para que quedara constancia de lo que hacemos. Esa es la idea, más que un reto era para tener algo con lo que poder trabajar. Es otra formación, es otra opción de cara a posibles conciertos y también para festivales de blues pues el tema de la voz y de la armónica es algo que gusta, pero básicamente la idea era dar un reflejo de lo que realmente hacemos.
8.- ¿Queda algún pianista vivo con el que te gustaría grabar?
No especialmente, yo tengo la suerte de poder tocar con los mejores pianistas de blues y boogie woogie, tengo la suerte de poder tocar con Axel Zwingerberger, con Bob Seeley, con Mark Braun, con Barrelhouse Chuck y tengo la suerte de que son amigos míos. Grabar con Bob me hace mucha ilusión y también con Chuck. A lo mejor en un futuro vuelvo a hacer lo del Boogie Portraits, con otros pianistas, porque es un formato que creo que queda muy bonito.
10.- PIANISTAS
a) Barrelhouse Chuck, quizás el pianista más blues de todos.
Es el único que queda que toca blues de Chicago, suena a eso. No es un pianista muy técnico pero no hace falta porque tiene todo el espíritu, ha captado toda la esencia del Blues, ha tocado con todos, con los mejores, con Muddy Waters, Buddy Guy, en su casa tiene recuerdos de Little Brother Montgomery y el piano eléctrico de Sunnyland Slim, entre muchas otras cosas. Cada vez que da un concierto toca todos esos temas para recordar a sus amigos y eso es lo que hace que suene de esa manera. Bob hace lo mismo con Meade Lux Lewis, recuerda aquella vivencia que tuvo con ellos y la transmite en su interpretación. Eso es lo que hay que entender, no tiene nada que ver con otro tipo de músicos que no han tenido ese contacto directo.
b) Kenny “Blues Boss” Wayne
Es muy majo, toca bien, es un pianista que me gusta como canta y la onda que tiene, es el conjunto de todo, es muy interesante y muy limpio, tiene detalles muy bonitos y hay mucho gospel en su música.
c) Frank Muschalle
La izquierda que tiene Frank es brutal, su mano izquierda es impresionante, muy clara, tiene mucho poderío.
d) Mark “Mr B.” Braun
Gran pianista muy personal y lleno de bondad, tocando y como persona, tiene muy buen gusto y mucha sensibilidad tocando. Además del blues y del boogie woogie tiene también una influencia muy grande del gospel. Esa combinación me gusta mucho.
e) Professor Longhair
Fue un innovador y también muy único, no hay pianistas como él. Es un inventor, es alguien que fusionó mil cosas de una manera muy diferente. Claro, en Nueva Orleans hay muchos estilos que se juntan, y él es el primero que hace funky con el piano, que lleva ese punto junto con el rock y el gumbo, que parece que está swingeando pero no swinga, que va como recto pero que no va, en ese sentido es lo que me gusta, muy original.
f) Carl Sonny Leyland
Yo siempre digo que de los pianistas que hay actualmente es el más interesante. Es un pianista que hace cosas nuevas dentro del estilo, muy nuevas, tú lo escuchas y es muy original tocando cosas antiguas, para mí reinventa el estilo, le da un punto más. Pero para entender eso también hay que conocer muy en profundidad el estilo.
g) En tu tercer disco hiciste un tema titulado “Yancey meets Booker”, ¿tienen estos dos pianistas algo especial para ti?
La gracia de aquello fue que Jimmy Yancey era un pianista muy sencillo y James Booker un virtuoso que tocaba Rachmaninov. Entonces decidí juntarlos a ver qué pasaba, esa era la idea. Cogí un ritmo parecido al de Jimmy Yancey, luego pillé una idea de James Booker y lo mezclé, así salió ese tema, como una mezcla de Nueva Orleans y Chicago juntas, el cómo sonaría si se juntaran Jimmy Yancey y James Booker.
h) Ya nos has dicho que Chuck te sugirió las canciones a incluir en el disco, pero antes de saberlo nos extrañaba que no hubieras incluído nada de Roosevelt Sykes
Saint James Infirmary está inspirada en la versión que hace Roosevelt Sykes. Si escuchas la versión que hay en el disco de la colección “The House of the Blues” está relacionada, es un tema en el que Sykes canta.
i) Te queríamos preguntar por Doctor John cuyas influencias son Professor Longhair y Champion Jack Dupree.
Este tipo de músicos me gustan porque son capaces de coger todos los estilos antiguos y tocarlos con su identidad, él puede tocar Professor Longhair y suena a Doctor John, puede tocar James Booker y suena a Doctor John, toca como Lloyd Glenn y suena a Doctor John. Esa es la gracia y eso es un poco lo que yo busco cuando toco. Es como cuando os decía al principio que voy a hacer, por ejemplo, una versión de Leroy Carr, vas a oír a Leroy Carr pero yo también estoy ahí. Me gustaría que esa fuera la sensación que dejo aunque yo no soy quien tenga que juzgarlo.
Cuando vienes a Madrid una vez al año y se te escucha, se nota que es Lluís Coloma quien está tocando, además la mayoría de los temas son propios y eso confiere y da más carácter a tu interpretación.
11.- ¿Cómo ves el panorama del boogie y del piano en España?
Cada año, la tarde y noche de Reyes organizo un encuentro de pianistas en la Nova Jazz Cava de Terrassa, la “Blues & Boogie Reunion”, y este año la hicimos con pianistas de aquí, August Tharrats, David Giorcelli, Bernat Font, Biel Durán, Julio Lobos, Ignasi Terraza, que dio el color más jazzero, vino Paul San Martín de Stay Blues desde San Sebastián, pero hay más gente, y en Barcelona también, que se empieza a dedicar un poco a esto, no exclusivamente, pero sí hay un poquito más que antes. Lo que sí está bien es que la gente lo conoce más, y también poco a poco en los festivales van incluyendo algo más de piano aunque no pongan pianos acústicos. Lo que sí se nota es que cada vez hay más personas que conocen el estilo, y eso lo he notado desde los años en que empecé organizando cosas, como la primera vez que traje a Axel Zwingerberger al festival de jazz de Terrassa y a raíz de ahí se empezó a hacer el Blues & Boogie Reunion los días de Reyes en los que Bob también vino un año, en 2007, y a partir de ahí todo empezó a expandirse, de un modo como exponencial. Al principio no lo conoce mucha gente y luego hay como una especie de explosión; la verdad es que siempre hay gente que viene y pregunta si se va a organizar otra vez ese ciclo este año.
12.- Por último, que no te hemos preguntado por Bob Seeley (Lluís le traduce a Bob nuestra pregunta, risas)
Para mí es una leyenda, cuando sea mayor me gustaría ser como Bob.
¿Para ti es el mejor pianista de boogie woogie que hay actualmente?
Sí, a él no le gusta que lo diga, pero sí.
¿Y en Europa es Axel? (Axel Zwingerberger)
Sí, entre Axel y Bob se lo llevan todo, bajo mi punto de vista. Pero ojo, hay pianistas muy grandes como Frank Muschalle o Carl Sonny Leyland, y hay gente joven que toca muy bien, pero claro, cuando veo tocar a Bob Seeley con la energía, el punch ese que tiene, o a Axel, pienso que son los mejores y me gusta verlos tocar en casas más que en locales.
13.- ¿No querías recrear eso en Barcelona? ¿Hacer como los antiguos rent parties o los house parties?
La semana que viene ya me pongo con el proyecto, tengo todo preparado ya. Lo que quiero hacer es una presentación del disco en casas particulares, una House Boogie Party, lo único necesario es tener un salón o habitación con un piano acústico y que en la casa quepan diez personas como mínimo. Se pagaría una aportación en la más pura tradición de los rent parties y a partir de ahí tener un concierto en tu casa y ver de primera mano cómo se hacía el primitivo boogie woogie. En un directo hay micrófonos, es otra cosa, aquella música se creó en las casas, los grandes como Pete Johnson, Albert Ammons, Meade Lux Lewis. Albert Ammons y Meade Lux Lewis vivían en el mismo edificio y sólo tenían un piano, compartían el piano, el hecho de poder ver al pianista ahí tocar en su propia salsa, eso es lo que quiero recrear. La idea es la de anunciar cada House Boogie Party a través de Facebook, una forma rápida para conectar a la gente, ver si realmente hay gente que esté interesada y que se puedan apuntar enviando un email a anna@lluiscoloma.com . De ese modo ir montando pequeñas sesiones que pueden ser a cualquier hora del día, al mediodía para el vermut, por la tarde o por la noche dependerá del sitio. De esta manera recrearíamos las rent parties que además ahora, en época de crisis, sería una buena alternativa.
Enlace HOUSE BOOGIE PARTY – pinchar aquí
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